ROTUNDO ÉXITO DE MICHEL PÉREZ RIZZI EN LA MERCED

El guitarrista sanluqueño llenó el Auditorio en un concierto organizado por Juventudes Musicales

El guitarrista Michel Pérez Rizzi congregó el pasado viernes a 250 personas en el Auditorio de La Merced de Sanlúcar para escuchar su interesante propuesta titulada “España, entre lo popular y lo clásico”. El músico sanluqueño, que ahora ejerce como catedrático en el Conservatorio Superior de Música de Córdoba, deleitó a todos sus paisanos, entregándose en cuerpo y alma en obtener los más delicados y desgarrados sonidos a su instrumento. Un instrumento que, sin amplificación, resulta complicado para llenar acústicamente un espacio tan grande y monumental como la Merced.

El guitarrista lo dio todo, bajo el silencio respetuoso y reverencial de un público ávido de oír a un artista que, en plena madurez profesional, ofreció sentimiento, misticismo y entrega a su pueblo, que demostró quererle y le correspondió con infinidad de aplausos de reconocimiento y cariño. El propio intérprete se encargó de incluir, entre obra y obra, diversos fragmentos poéticos que ponían el marco lírico adecuado a cada una de las piezas musicales.

El programa interpretado fue ameno y conjugó sabiamente la tradición con la modernidad, pues tras una deliciosa “Fantasía sobre el Paño” de Julián Arcas, excelso compositor del siglo XIX, Michel ofreció la poco conocida “Fantasía” del compositor catalán Roberto Gerhard, incluido en la llamada “Generación musical del 27”, que nos dio la oportunidad de valorar muy positivamente a este autor cada día más conocido y divulgado. Tras dos célebres páginas de Albéniz (volvíamos de nuevo al siglo XIX), como son “Tango” y “Cordóba”, Pérez Rizzi abordó la obra más rabiosamente actual del programa, pues se trataba de un “Nocturno y Toccata” del compositor madrileño David del Puerto, una obra escrita en 2006 y dedicada a la memoria del insigne y universal Andrés Segovia.

El verdadero plato fuerte de la noche estaba en la “Sonata para Guitarra” del compositor sevillano Manuel Castillo, el autor más importante de Andalucía en la segunda mitad del siglo XX. Michel ha logrado extraer de esta importante composición toda su esencia, sus sonoridades y energías rítmicas. Los tres movimientos de la obra fueron pulcramente tocados y conmovedoramente comunicados, poniendo en la justa y perfecta proporción la técnica y el corazón.

El broche de oro lo pusieron dos célebres coplas de Manuel López Quiroga, las famosísimas “Ojos verdes” y “Ay, Pena, Penita pena”, en dos magníficas transcripciones para guitarra que hizo las delicias del numeroso público, que tras ovacionar repetidamente al gran músico, le arrancó dos nuevas piezas de propina que puso al respetable de pie.

Texto y foto: Salvador Daza